domingo, 16 de junio de 2013

La felicidad simulada produce más tristeza


Nos subimos al carro de las nuevas formas de trabajo en las que lo único que se sabe es que las antiguas no funcionan.

Nos venden la sonrisa, el optimismo y la felicidad en el trabajo en el mismo contrato y nomina que hasta ahora hemos cobrado. Has de ser feliz y sonreír porque es lo que está de moda, porque es lo que vende, lo sano, lo moderno, los nuevos paradigmas, a cambio de qué, realmente de nada, sólo como una obligación más en el trabajo. El empresario quiere que funcione bien, los nuevos coach y RRHH aplican las nuevas técnicas de optimismo que dicen revolucionar el sector laboral.

“Smile please” sonríe con la presión del trabajo, sonríe cuando tu nomina no te da ni para llegar al día 20, sonríe cuando tus compañeros de trabajo te están pisando, sonríe cuando la competencia se vuelve más dura, sonríe cuando despiden a tus compañeros, o tal vez, cuando tu despido peligra, da igual pero SONRÍE. “ Smile please”  es lo mejor para ti, es lo mejor para la empresa…

Estás son las ultimas tendencias en las relaciones humanas del trabajo y yo me planteo, ¿ Por qué nos venden el optimismo? ¿Por qué se nos coacciona a ser optimistas? Yo no conozco a ninguna persona que esté bien y no sea por naturaleza optimista, si quieren que seamos optimistas es porque por naturaleza ya estamos mal, ¿no?, ¿no sería mejor que se tratase el problema por el cual no se es optimista? porque si uno trabaja en un sistema que va contra naturaleza el optimismo pasa a ser una realidad fingida.

Según las filosofías milenarias y últimamente la física cuántica “todos somos uno”, ¿está el sistema de trabajo basado en el gran pilar de la humanidad? ¿Es acaso la competencia, las exigencias y la presión un símbolo de unicidad? Si el sistema laboral como está estructurado hasta ahora contempla tan sólo la figura individual en un sistema de competencia y la única unión que se busca es la que represente un beneficio empresarial, ¿cómo se puede pretender que se sonría cuando somos grupo para unos intereses e individuos separados para otros aspectos?

No será la sonrisa un parche porque no se sabe arreglar la verdadera base. “Todos somos uno” cuando estamos en casa, pero ¿acaso el trabajo no forma parte de nuestra experiencia y mundo?¿por qué el trabajo debería de ser distinto?

Simula que eres feliz cuando no lo eres, simula que sonríes cuando no te apetece, simula que te gusta el trabajo cuando lo que deseas es hacer otra cosa, simula que te cae bien cuando te están haciendo la vida imposible, SIMULA y SONRIE porque así se ayudará a que este sistema de trabajo injusto se siga sosteniendo.   

No sería mejor que se empezase a trabajar en un sistema laboral en el que todos formásemos parte de la misma red en vez de entretenerse uno con otro metiéndose el dedo en el ojo por considerarlo competencia.

Dejémonos de milongas, arreglemos la base del problema y luego se comprobará como “milagrosamente” todos sonríen. 

Los primeros resultados de esta filosofía ya se empiezan a ver en prensa.

Lucía Ferrándiz



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